La quiropráctica es parte de la medicina alternativa y se centra en el diagnóstico, cuidado y prevención de las alteraciones del sistema músculoesqueletal, y de los efectos que producen estos desórdenes en la función del sistema nervioso y en la salud en general. Los quiroprácticos, realizan ajustes a la columna vertebral y otras partes del cuerpo en busca del bienestar.
Te contamos cuáles son algunos de los casos en los que debes acudir a un quiropráctico.
1. Tienes dolores articulares y musculares
Estos dolores suelen aparecer como síntomas que nos avisan que algo no anda bien con nuestro sistema, lo que puede significar desbalance en nuestro bienestar con diferentes condiciones de salud que necesitan atención inmediata.
2. Tu rango de movimiento es limitado
Nuestra flexibilidad corporal es muy importante para una buena capacidad de movimientos sin que estos representen algún tipo de lesión. Si notas que tu flexibilidad disminuye, o sientes dolor al realizar ciertos movimientos, es hora de que acudas a un profesional de la quiropráctica para que te realice un ajuste o te haga un plan para aumentar tu actividad física, entre otras recomendaciones.
3. Sufriste un accidente
Un accidente de tránsito o una fuerte caída pueden ocasionar graves afectaciones a tu columna vertebral u otras partes del cuerpo. Suele ser inevitable que la columna se vea afectada, pues su extensión y ubicación la hacen propensa a lesiones incluso en golpes leves.
4. Tienes una vida sedentaria
Bien sea por estudio, trabajo u otros compromisos, estás mucho tiempo sentado y, sin quererlo, tienes una vida sedentaria que puede convertirse en tu peor pesadilla. El cuerpo es una máquina que así como necesita descanso, también necesita movimiento y ajustes, por eso, si deseas dejar atrás la vida sedentaria, mejorar tu postura y aumentar tu actividad física, puedes acudir a un quiropráctico para que te ayude.
5. Tienes mucho estrés y no te sientes del todo bien
El cuidado quiropráctico, mediante el ajuste a la columna vertebral y otras partes del cuerpo, ayuda a liberar la tensión muscular y a mejorar la circulación sanguínea. Por ello cuando acudes a un quiropráctico terminas en un estado más relajado que contribuye al bienestar
mental.
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